REMINISCENCIAS DE UN JOVEN
MAULINO
1932-1952
II Parte
1953-1982
III Parte
LICEO DE HOMBRES TALCA 1951-1952
Luis HUMBERTO VILLAGRA REVECO
El año 1995, finalizaba mis estudios de derecho, un logro largamente
esperado, cambie mi máquina de escribir por el Word de un flamante Computador,
comprado en una exposición en la FISA,
con una capacidad que hoy en día mueve a la risa, 9 megas.
Así y todo fue un mundo maravilloso por mí descubierto: letras de
todos tipos, sin necesidad de borrar cuando te equivocas en una letra,
aumentando o disminuyéndolas, poder guardar lo obrado, proseguir otro día o
simplemente archivar los escritos. Quede deslumbrado.
Un buen día, al año siguiente, me hice un propósito muy personal;
escribiría mi autobiografía con una sola intención; no olvidar tantos recuerdos
gratos y no tantos ocurridos a lo largo de mi vida. Así me dí el trabajo,
durante varios años, de hacerlo desde mi primer recuerdo de cuando tuve uso de
razón hasta mi viaje a Tierra Santa. Allí en Belem frente al lugar en donde una
pequeña lamparita indicaba el sitio
exacto donde nació Jesús, algo para mi jamás ni siquiera soñado. Modesto niño
criado en las riveras del Maule en la ciudad de Constitución- la Perla del
Maule -, con sus arenas negras, su icónica Piedra de la Iglesia y el atisbante
Cerro Mutrún. En un periodo desde 1932 a 1982.-
Específicamente sus Reminiscencias
-lo que se recuerda -, para
ello hubo momentos en que hube de concurrir, en varias oportunidades, a la
Biblioteca Nacional para examinar documentación de la época recordada, hasta
finalmente termine esta arduo trabajo que duro 10 años. Ampliando mi propósito
de además no olvidar, dejar un legado a mis descendientes para conocieran como
había sido la vida de su padre, abuelo o bisabuelo. Ya que incluso encargué un
trabajo acerca de mi árbol geológico, a un especialista, para saber quiénes
fueron nuestros ascendientes.
El éxito obtenido con sus positivas críticas me impulso a seguir
escribiendo sobre la materia, siendo así que hace un poco tiempo edite
REMINISCENCIAS DE UN JOVEN MAULINO II Parte, 1953-1982, el que opté por
comercializarlo directamente en presencia de condiciones leoninas que imponen
la grandes Librerías a su beneficio.
Este abarca las fechas que se señalan
recordando que al finalizar
su primer libro, el autor escribió en su epilogo que, “algunas vivencias se pudieron contar otras no “. Pues bien,
muchas de ellas se cuentan en esta segunda obra, la cual no solo retoma algunos
aspectos de su vida en CONSTITUCION, pues también se extiende a episodios
relacionados con su carrera como Oficial de Carabineros, narrándonos, con algún
toque de picardía, simpáticos y entretenidos hechos, propios de la vida íntima
de un Carabinero, relacionados indudablemente con nuestra propia historia
nacional, de la cual los carabineros son testigos abonados, con facetas
desconocidas para la mayoría de la civilidad.
Hace poco tiempo me contacto por intermedio
de un común amigo con Don MANUEL ORELLANA MORALES, el que para mí grata
sorpresa me informó ser exalumno del Liceo de Hombres de Talca y de una
agrupación conformada por ellos y ellas- ya que a posterior paso a ser mixto.
Me expreso su alegría de poder contactarse con un exalumno de los aquellos años
en yo lo fui vale decir 1951-1952, periodo que no considere en mis relatos
anteriores, por cuya razón nacieron esta líneas que se refieren a ello, REMINISCENCIAS DE UN JOVEN MAULINO-III
Parte- 1951-52 Liceo de Hombres TALCA, que creo podrían ser interés ya que
narro mi visión y apreciaciones, aventuras y desventuras de un alumno común
como muchos otros que espero, sean del agrado de los lectores de estas líneas
del recuerdo.
DE COMO Y
PORQUE LLEGÉ A LA CIUDAD DE TALCA.
En
el Liceo de Constitución habiéndoseme invitado en el mes de
Noviembre del año 50, “ a unas
vacaciones “, sin derecho siquiera a examen, fruto de mi desinterés por los
estudios y mi absoluta dedicación a los deportes. Ya recordaré que en el mes de
marzo llegue con más de 15 días de atraso a clases por haber participado en el
CAMPEONATO NACIONAL DE REMO, en Valparaíso, en donde fuimos CAMPEONES DE CHILE,
a posterior en el mes de Octubre en Talcahuano; me dediqué al saludable deporte
de no hacer nada, sino valga la redundancia solo al deporte y a la vida social.
Fue en esto último en donde
tuve mi gran caída : Un día encontrándome en el Liceo, tuve la mala ocurrencia
de pelar a mi profesora de Historia doña MARIBEL Quiroga de Silva, diciendo en
una conversación con otros alumnos “ que era negra y fea “ o algo por el estilo
, con tal mal ojo que no me di cuenta estaba presente uno de sus hijos que debe
haber tenido unos 10 años, quien por supuesto con toda razón del mundo le llevó
el cuento de primera agua e indesmentible a su madre.
Lo anecdótico de esto es
que pasados los años, el pequeño hijo del cuento, ingreso también a
Carabineros, cuando él era Teniente yo
era Teniente Coronel, con quien mantuve excelentes relaciones, en razón
primordialmente ser coterráneos.
Como ya no era alumno nada
se me dijo, sino al año siguiente cuando mi padre me fue a matricular, en los
primeros días de Marzo del 51, se le
expreso que ello no era posible, lisa y llanamente se LE NEGO LA
MATRICULA, sin dar mayores
explicaciones.
Mi padre como era muy hábil
siendo ya civil, hizo un reclamo de cuero de diablo – a través de un telegrama
- al MINISTERIO DE EDUCACIÓN, en el
intertanto me matriculo en el Liceo de Hombres de Talca, yo feliz, lo menos que yo quería era regresar con el
estigma de repitente al liceo, sabiendo además que no me tenían buena, con
razón o no, pero ese era mi pensamiento a la fecha.
A los pocos días desde el
Ministerio de Educación se ordenó se me autorizara matricular en el Liceo de
Constitución, a lo que declinamos por encontrarme ya estudiando en el liceo de
Talca y por razones obvias, ¿qué habría
pasado con mis estudios teniendo en contra a todos los profesores con el rector
a la cabeza?, ni pensarlo mejor.
Como anécdota cuando mi
padre me matriculo en el Liceo de Talca, el señor Inspector General don Mariano
Gonzalez, al ver mi nota de conducta – 4
- me queda mirando y me dice.
“ joven Ud., debe ser muy
re-malo por esta nota que tiene en conducta, SE ME QUEDA CONDICIONAL EL PRIMER
SEMESTRE “, obligado a bajar la cabeza a contestar un humilde “SI SEÑOR “.
Durante los dos años que
estuve en liceo siempre tuve nota siete en conducta y lo curioso fue que no me
porte mejor ni más mal que la conducta observada en el liceo de
Constitución, ¡había otra forma de apreciar
la conducta muy diferente! Debo agregar
“gracias a dios “. Si no hubiese sido por este cambio de colegio jamás
habría podido ingresar a CARABINEROS.
Se da el refrán NO HAY MAL
POR BIEN QUE NO VENGA, así fue en mi caso gracias a dios de nuevo.
Fue así entonces como llegué al querido LICEO DE TALCA, del cual me
considero a gran honor su ex-alumno, en la Benemérita ciudad del PIDUCO. Permitiéndome
desmentir terminantemente que los Talquinos fueran cerrados o tirados a
macanudos u otros cuentos por el estilo, como se comentaba en mi pueblo. En donde pase dos años muy hermosos e
inolvidables de mi vida, que fueron fundamentales en mi formación personal, en
especial de aprender a manejarme solo, un tanto alejado de la tutela de mi
padre.
LA BENEMERITA CIUDAD
DE TALCA
“TALCA, PARIS Y LONDRES”
Previo es decir algunas breves palabras sobre esta recordada e
importante ciudad:
Fundada durante el gobierno de Don José Manso de Velasco el 17 de
enero de 1742, la vieja ciudad de Talca, una de las principales ciudades de la
República, obtuvo muy pronto el título
de “ MUY NOBLE Y MUY LEAL “, posee toda una hermosa historia.
Con una tradición guerrera que abarca desde los araucanos o mapuches “
hombres de la tierra “, que no permitieron al inca invasor avanzar más allá del
Maule, “ Promaucaes “ le llamaron los incas “ enemigos no conquistados “ , parados en el
Maule, los incas retrocedieron hasta el rio Claro, ocurriendo exactamente lo
mismo con los españoles, el rio Claro fue el límite de esos “ enemigos no
conquistados” u “ hombres libres “, el sector marco un hito señero en
la historia de Chile. Sector en cuyas riberas se levantó la ciudad de Talca.
Cuando yo llegué a estudiar movilizándome por supuesto en tren,
llamaba la atención, a la llegada frente a la estación de ferrocarriles en una plazuela,
una estatua de Rómulo y Remo amamantados por una Loba, luego doblando a la
derecha, a pocos pasos, se veía en una sombrerería, en el frontis del pequeño
negocio, un letrero con eso de TALCA,
PARIS Y LONDRES, que increíblemente de tanto verlo a la salida de la estación
quedo grabado en el pensamiento de aquellos que visitaban la ciudad, con gran beneplácito de todos los Talquinos. Luego el intenso movimiento de personas y de
vehículos, era, sin lugar a dudas tanto en el orden administrativo como
económico, la capital de la Región del
Maule.
Su comercio de primer orden, sus industrias entre los que se contaban; Compañías de
Cervecerías, de Fósforos, textiles, zapatos, Feria Ganadera, una calle Una Sur
llena de comercio, un espacio de 11 cuadras, para el recién llegado de un
pueblecito chico, Talca era impresionante.
En el aspecto cultural, varios Cines y Teatros, en constante difusión
de las obras clásicas y novedades consistentes en las últimas películas, obras
de teatro y conciertos.
En sus magníficas construcciones, en cuanto a edificación de servicios públicos y casas
particulares que denotaban riqueza, con la gente misma en su aspecto personal
famosos por lo atildados.
Lo más novedoso era los nombres de sus calles, que solo tenían
números, a los pocos minutos uno estaba en condiciones de ir a cualquier parte
en Talca, sin el menor temor a perderse. Tan simple como que todo partía desde
la plaza de Armas, UNA SUR, UNA NORTE, UNA ORIENTE y UNA PONIENTE. Mis tíos-casa
a la cual llegue- vivian en la 16 Oriente y 1 Sur, el Liceo estaba en la 4 Norte 1267 –Alameda- entre la 5 y 6
Oriente. Todo era fácil en este aspecto
de orientación y ubicación.
Un día de marzo del año 1951,
llegué a Talca sin conocer a nadie- salvo por supuesto a mis tíos – me puse mi
mejor terno y al atardecer me las eché a conocer esta gran ciudad en donde no conocía a nadie. Tome desde la 16 Oriente
esquina de Una Sur, me fui caminando hasta llegar a la Plaza de Armas,
justamente en la cuadra antes de llegar se formaba un paseo de jóvenes de ambos
sexos paseando hacia arriba y hacia abajo.
No me demoré ni cinco minutos en ubicar algunos alumnos del Liceo con
los cuales principie a conversar como si fuéramos amigos de toda una vida.
Para que decir una vez que empecé a ir a clases, todos los días al
atardecer era el paseo en la Uno Sur,
sagradamente. Como nadie sabía que yo era repitente, me dí el lujo de
pasarlo super bien, sin necesidad de machacar ya que como era la misma materia,
con lo que pasaba el profesor en clases me bastaba para aprobar, la verdad que
solo me interesaba pasar, para nada la nota. Me dedique a una activa vida social, dedicándome intensamente al deporte este era
a la época, el BASQUETBOL, mi pasión, rápidamente encontré donde entrenar por
lo menos tres veces a la semana después de clases, cancha del Ferroviario,
cancha del Instituto León Trece y por supuesto dentro de las horas de clases de
gimnasia también.
LA OPERACIÓN MATURANA
Esto de la operación, es algo anecdótico que corresponde en
realidad a la historia del siglo veinte de la señorial ciudad de Talca, que
circulaba en los medios sociales del boca a boca o tradición oral, que no puedo
dejar de mencionarla:
Una distinguida dama, bella,
joven, crédula, perteneciente a
la FAMILIA MATURANA de rancio abolengo
genealógico de la ciudad , fue burlada al ofrecérsele matrimonio a cambio de la
consabida prueba de amor , una probadita , luego de la cual chao, perdió en
ella su virginidad, quedando embarazada
y lo más grave lo supe toda la ciudad. Con el consiguiente desprestigio
en aquella época en que ser madre soltera era un baldón muy grave de
sobrellevar. Madre un “huacho”, toda una hija de familia.
La familia; padre y hermanos,
no dudaron dos veces, agarraron al burlador y horror ¡LE CORTARON LOS TESTÍCULOS!
Esta es, resumida, la historia de la OPERACIÓN MATURANA. Hecho que se
estima por lo demás totalmente verídico, ya que fue publicitado en la prensa de
su época.
El LICEO DE HOMBRES DE TALCA
El plantel
lleva el nombre de “JUAN IGNACIO MOLINA “,
el Abate Molina, distinguido eclesiástico jesuita, cuyo nombre lleva el
establecimiento. Gracias al maestro DON ENRIQUE MOLINA GARMENDIA-su rector en
1908-. Obtuvo también del gobierno se iniciara la construcción de un nuevo
edificio sito en su actual ubicación 4
Norte 1267, el que fue inaugurado en el año 1926.
Profesores y
alumnos manifestaban un permanente recuerdo por el naturalista, lingüista e
historiador.
Siempre en todo acto oficial había una
referencia al insigne Abate Molina, nacido el 24 de junio de 1740, en la
Hacienda de Huaraculén, en la ribera del río Maule, hablaba seis idiomas,
profesor en la Universidad de Bolonia, eclesiástico miembro de la Compañía de
Jesús y miembro de su Academia de las Ciencias. Su logro monumental fue su “Historia
Natural y Civil de Chile “, publicada entre 1776 y 1810, veintisiete ediciones
en siete idiomas le dieron renombre universal.
Lo no dicho en aquellos tiempos, a nosotros
los modestos alumnos, fue que el ABATE MOLINA, que con motivo de la expulsión
de los Jesuitas del Reino de Chile- 1767 -, salió al destierro, falleciendo en
Italia el 12 de septiembre de 1829, sus restos fueron depositados en la bóveda
de los hombres ilustres del Cementerio de Bolonia, fueron repatriados en 1855
por don Benjamín Vicuña Mackenna, quién los entrego al Liceo de Talca, donde
hasta hoy se conservan.
Antes de morir el Abate murió soñando con
regresar a su amado Chile, preocupado del bienestar cultural de su coterráneos.
Habiendo recibido una fortuna por ser único heredero de los bienes de su rica familia, dispuso una importante
cantidad para crear una Biblioteca al servicio de su amada Talca, ello se concretó
en la Biblioteca del Liceo. De aquí nace entonces esta verdadera adoración por
su nombre en el ámbito liceano, muchos de los que usufructuamos de la
Biblioteca a esa fecha no sabíamos a
quién le debíamos tan magna Biblioteca , como tampoco muchos no sabíamos que el
abate descansaban sus restos mortales en nuestro querido Liceo.
El liceo talquino fue creado el 5 de julio
de 1827, por decreto del Vicepresidente de la República, Francisco Antonio
Pinto y del prosecretario de Instrucción, don Melchor José RAMOS.
Era en aquella fecha de mis años liceanos, el MEJOR LICEO ENTRE CHILLAN Y SAN
FERNADO, así de simple, en aquella época era solo “ LICEO DE HOMBRES DE TALCA “,
vocativo que al decirlo era como una afirmación de hombría, de caballerosidad y de conocimientos, nos
sentíamos orgullosos de ser sus alumnos.
Llamado a su fundación Instituto Literario de
Talca, a posterior Liceo de Hombres, Liceo A-8 y actualmente ABATE MOLINA.
Mis compañeros de curso
Alejandro Sieviking Campano, el
Chano de nombre y apellido CIANO ESPINOZA, Lucio Carrasco, Mundigo, Ramirez, este grupito no era de mi
devoción ni de otros compañeros, FORMARON UN GRUPO DE TEATRO, se creían todos unos intelectuales, con todo nuestro escepticismo
ya que éramos más deportistas que
intelectuales.
Como diría ahora como abogado “público y notorio “, ALEJANDRO SIEVIKING, llego a ser un afamado
hombre de teatro, se casó con otra artista famosa, BELGICA CASTRO. Es actualmente miembro de la directiva del
partido comunista.... quien lo iba a creer que un muchacho burgués por donde se
le mirara, con sus padre profesionales, fuera a ser comunistas, para el golpe
militar se autoexilió en Costa Rica en donde estuvo por varios años-1974/1984-,
sufriendo una pena autoimpuesta.
El Jaime Martinez Torres (el jote), su padre era
juez del crimen de Talca, hoy es un distinguido abogado radicado en Iquique. Julio Aparicio, su padre era ministro de la
Corte de Apelaciones hoy es un calificado Receptor Judicial. El gringo Ricardo
Becker, se recibió de Ingeniero en la U. Federico Santa María, supe que se
había ido a Estados Unidos. Arturo Fernández, su padre era dueño de PRODUCTOS Y
CECINAS FERNANDEZ, actualmente es uno de
los dueños de dicha afamada empresa, pololeaba con la ERFRIDA, su actual
señora. El “camote” Eduardo Rojas,
jubilo hace algún tiempo como Comisario de Investigaciones, siendo una
tradición ya que su padre fue Jefe de Investigaciones Prefecto en Talca. Luchito
Diaz, ingreso a la Escuela de Carabineros al año siguiente que yo, creo que le
convencí porque su padre era el Jefe de Estación de Talca, jubilo como Teniente
Coronel de Carabineros. Villalobos- un chico pelirrojo - que era regrupiento
muy buen muchacho, se recibió de médico en Argentina. Concha se recibió junto a
Aqueveque de Profesores en la Normal de Curicó. Veloso ingreso a un Banco como
empleado, termino su carrera como alto
ejecutivo. Escobar a los diez años de egresados era alcalde de Talca. Rayo
tengo entendido que se recibió de Químico Farmacéutico, para seguir a cargo de
la Farmacia familiar del mismo nombre en
la ciudad del Piduco.
Juan Cáceres era un compañero
muy humilde un poco choro debido a su baja extracción social, alto y moreno,
era de nuestro grupo, del equipo, de
futbol para lo cual era muy bueno. Me contaron de él una triste historia propia
de un novelón mejicano : el años 62 al
cumplir 10 años de egresados del Liceo el curso casi completo se reunió en
Talca, a mí se me aviso pero me excuse ya que por razones de servicio no pude
concurrir. Luego de la clásica visita al colegio, hubo una gran comida de gala
de todo el curso, es necesario agregar que el Alcalde de Talca era nuestro
compañero Escobar, la primera autoridad de la Comuna, por lo tanto presidía la reunión, al
inicio se pasa lista, uno de los que
faltaba era yo pero se dijo que me había excusado, luego empezaron a preguntar
por JUANITO CACERES, nadie sabía nada de
él, cuando de repente descubrieron que uno de los mozos que atendía a la mesa
era … ¡ JUANITO ! fue el gran revoluti , sus compañeros de inmediato lo
sentaron a la mesa , le sacaron la cotona,
en gloria y majestad se continuo la celebración con él. Con este
compañero que se encontraban en mala situación, se supo que una vez retirado
del liceo, se fue por mal camino, robo y cogoteó, por lo que estuvo 4 años en
la cárcel. Ahí estaba a esa fecha muy pobre mientras todos sus compañeros eran
profesionales, habían abogados, médicos, dentistas, profesores, empleados
bancarios, el suscrito Oficial de Carabineros, empresarios de gran nivel como
Fernández – Cecinas o Productos Fernández- , Químico Farmacéutico, Dramaturgos
y profesional de Teatro como Sieviking, Oficial de Investigaciones, todos muy
bien, menos este querido compañero. No
sé qué habrá pasado a posterior con Cáceres, porque en su oportunidad no
conocía esta historia, solo la supe recién por mi querido amigo Jote Martinez
en su casa de Iquique .
Alarcón, Bobadilla, Clavel, Norabuena, Mendoza, Letelier, Canelos,
Thormen, Horacio Chaparro Armas, de los más rancios apellidos de la Historia de
talquina, es posible que se me escape algún otro compañero de curso, creo que éramos
estos 28 que he mencionado, del Curso A ya que existían dos cursos más de sexto
año de humanidades, el B de internos y el C también de externos como nosotros.
Hace algunos años- 2003- nos
reunimos en varias oportunidades los compañeros de curso en Santiago, JULIO
APARICIO RIOS, JOTE MARTINEZ, CAMOTE ROJAS
y el suscrito, compartiendo recordando nuestros años juveniles en
nuestro Liceo de Hombres talquino. Hace un tiempo fallecieron Aparicio y
Martinez y Lucho Diaz, mi gran amigo liceano, e institucional, que se
encontraban jubilados radicados en la capital.
Nuestro Paseo en la
Una Sur
Sin perjuicio de los estudios
que “era nuestra profesión “, debo
hacer presente que nuestra vestimenta era muy especial propia de aquellos tiempos éramos
unos “señores chicos “, vestíamos de terno y corbata, incluso en los días de
lluvia con sombrero. Rivalizábamos con quién lucía la corbata más hermosa, se
usaba el nudo corazón. La tenida esport no se usaba salvo para salir de paseo
al campo o la playa. Éramos muy formales tanto en apariencia como en nuestros
manera de ser, de hablar, respetábamos íntegramente el Manual de Carreño, todos
o casi todos los días la mayoría de los estudiantes de los Cursos Superiores (5to
y 6to Año de Humanidades), íbamos a pasear a la UNA SUR, y la Plaza de Armas contigua.
Paseábamos conversando dentro del perímetro de una cuadra al llegar a
la plaza, al atardecer por varias horas, generalmente hasta las 21 horas en que
nos retirábamos a nuestras casas a comer.
Otras veces armábamos, en un
banco de la Plaza de Armas, unas tertulias en donde se conversaba de todo, pero
siempre dentro de un ambiente de respeto, de cortesía y de un buen hablar. Jamás
garabatos ni malas palabras, algunas veces un compañero de un sexto año paralelo (habían
tres sextos años en el Liceo, A – mi curso -, B internos y C externos) de apellido Paredes llevaba su armónica, que tocaba muy rebien,
era un virtuoso de ella, formábamos un coro muy afinado. Cantábamos a sotto
vocce algunas canciones de moda, tipo country como aquella que decía “ penumbras y quietud, luz azul crepuscular, un
aullido anuncia lejano, que la luna , que la luna luna llena esta “ ... la
canción completa con nuestra voces juveniles,
muy varoniles con aullidos de
lobos incluidos y una parte silbada, es
algo que aún recuerdo con cariño.
EL RIO CLARO
Un paseo que acostumbramos a efectuar era a
las riveras de este rio, ubicado en el camino hacia Curepto a la salida de Talca, junto al puente
sobre el Rio. En aquella época era totalmente navegable por
botes y pequeñas canoas.
Una serie de restaurantes, Quioscos de venta
de bebidas y golosinas, Quinta de Recreos- equivalentes a los locales nocturnos
actuales – en donde se podía ir a bailar y tomarse unos tragos, abundaban en el
lugar, pero por la simple razón que en aquellos tiempos a nuestra edad – 18 a
20 años- no era la costumbre trasnochar, no concurríamos a ellos además que
ante la ley éramos menores de edad – de 21 años- estándonos prohibida su
entrada al lugar y al consumo de bebidas alcohólicas.
Muy por el contrario siendo muy deportistas
nuestros afanes siempre eran en esa dirección; acostumbrábamos durante la época
cercana al verano, desde octubre hacia adelante, ir a pasear remando a bordo en
una pequeñas canoas que eran de capacidad una persona, confeccionada con una
armazón de listones de firme madera revestidas en tela, pintados de hermosos
colores Estas pequeñas embarcaciones
estaban a nuestra disposición previo pago de una pequeña cantidad por concepto
de arrendamiento, para pasear a nuestro amaño por el rio.
En más de una ocasión en las tardes, en que
lisa y llanamente “hacíamos la chancha”, nos juntamos un grupo de compañeros
del mismo curso, emprendiendo todos un tour por el rio hasta varios kilómetros más arriba hasta
llegar al puente ferroviario de la línea hacia el norte, que era nuestra meta.
En el trayecto disfrutábamos de la vista maravillosa y el placer de efectuar
dicho recorrido demorándonos un par de horas en él. Y por supuesto el sano
ejercicio que ello significaba.
Nuestros Profesores:
MESIÉ OSVALDO AGUILERA, fue nuestro profesor de francés
y Jefe de Curso. Previo y válido para
todos los ramos debo hacer presente, que nadie sabía que yo era repitente para
no cargar con un verdadero estigma, pero a lo que le se saque provecho,
ESTUDIANDO A MEDIA MAQUINA. En el caso del Francés me fue rebien por cuanto
había que traducir un libro, me fui de nuevo a uno que yo ya había traducido el
año anterior, GRACIELLA de LA MARTIN, el
poeta de la prosa francesa, por supuesto que me saque un SIETE en traducción.
Mesié era una persona excepcional, como profesor del ramo y como
nuestro profesor Jefe, tenía conversaciones largas en su calidad de tál con el
curso, recibimos muchos buenos consejos de su parte, uno que no olvidé; “ JOVENES
SI UDS VEN UNA NIÑA HERMOSA MIRENLA Y MIRANLA BIEN QUE LOS OJOS SON PARA MIRAR
“, “ ES EN VUESTRA MENTE EN DONDE PUEDEN ESTAR LOS MALOS PENSAMIENTOS “. Jamás le escuche un mal comentario de nadie,
era una persona muy ecuánime, de edad mayor hacía varios años que estaba jubilándose,
lo hizo como 20 años después según supe. De regular estatura, muy
atildado en su vestir, de grandes lentes ópticos, de un hablar pausado y de una
voz profunda, todo en el irradiaba bondad. Le queríamos y le admirábamos,
cuando egresamos del colegio a todos nos dedicó algunas frases, en mi libro de
historia me hizo una en que breves palabras me retrato, como era yo según él.
Señalo la dedicatoria que me hizo ARTURO
FERNANDEZ “ solo sé que soy y seré
siempre tu amigo “, frase yo creo de la cual se olvidó ya que hace algunos
años, le llame por teléfono, le deje recado con la telefonista o secretaria, identificándome
y diciéndole que quien era y solo era para saludarlo, ni siquiera me devolvió
el llamado. Al jote Martinez le paso algo parecido, esa es la triste realidad, en la vida pasan cosas como estas. Solo queda
la salvedad que su secretaria no le hubiese dado nuestro recado.
El señor MARIANO GONZALEZ, cariñosamente o temerosamente llamado EL BARRACO, yo creo que por lo gordito,
era el Inspector General. Siempre andaba impecable, se ponía en la puerta del
Liceo a la hora de entrada , desde allí
nos fiscalizaba en nuestra presentación personal, de una sola mirada abarcaba
; zapatos lustrados, pantalón
aplanchado, vestón con camisa con cuello y corbata, en presencia de cualquier transgresión era muy simple,
indicaba, sin hablar, con el dedo índice los zapatos sin lustrar por ejemplo y
una vuelta con el dedo significaba que media vuelta a corregir la observación,
esto era lo menos ya que sabíamos perfectamente cómo debía ser nuestra
presentación. Luego se cerraban las puertas Y NO ENTRABA NADIE MÁS.
Para mí esto no tuvo nada de difícil, estaba acostumbrado desde la
casa, luego la formación de los Hermanos Maristas, andar siempre bien presentado.
Era nuestro terror ya que le teníamos un tremendo respeto, era lo que diría
hoy como abogado un “respeto reverencial
“.
De un hablar profundo y pausado, como muchos de nuestros profesores, era nuestro profesor
de Historia, por supuesto, un excelente
profesor del ramo, además había en el Liceo algo que en el Liceo de
Constitución no me lo soñaba, una sala inmensa,
con butacas tipo cine, especial de Historia llena de Mapas, todo tipo de
material didáctico relacionado. NO ME CANSO DE REPETIR QUE EL LICEO ERA
EXCELENTE, tanto por su profesorado todos académicos, como por su
IMPLEMENTACION.
La señora del Barraco era doña
MARIA PESOA PROFESORA DE FISICA, era también una bella persona ¡a pesar del
ramo que era mi terror! Con ella tengo
una grata historia que recordar:
El último examen que dábamos en la segunda quincena de diciembre del 1952, por mi apellido VILLAGRA,
V corta era casi siempre el último en dar examen, iba invicto, en los ramos de
números solo el trecito para pasar, en física no lo era menos. Antes que yo
habían pasado dos alumnos, los dos rajados con un problema del cual yo no tenía
la menor idea, eran tres problemas en uno en la pizarra con números.... estaba
aterrorizado, eran como las 14,30 horas, la comisión super cansada.... Empiezan
los otros dos profesores examinadores a conversar.... quedo solo con mi profesora la señora Pesoa...
De puro susto saque mis patas, me puse a
conversar con ella…. Le dije algo parecido “señora no tengo la menor idea del problema, no lo sé, llevo todo bien hasta aquí, si no
lo apruebo no voy a poder presentarme en la Escuela de Carabineros en donde
estoy postulando “.... para mi asombro
me contesta “ SIGUE HABLANDO “ , por supuesto que seguí hablando NO SE QUE pero seguí hablando .... Fueron algunos
minutos que me parecieron horas.... de repente la comisión deja de conversar se
vuelven hacia nosotros- super-cansados- le preguntan “BUENO COMO ESTA EL EXAMEN DE ESTE ALUMNO “,
mi profe contesta “MUY BIEN “, ¡Ah YA! Preguntan
¿entonces lo aprobamos? ... “SI POR SUPUESTO” contesta mi profe..... Salí
arrancando con mi TRECITO en FISICA, y lo más importante APROBADO CON MI
LICENCIA SECUNDARIA, requisito esencial para dar examen en mi postulación a la
Escuela de Carabineros.
Nunca más le vi ¡como para
agradecerle la tremenda paletia que mi hizo! en realidad ahí se definió mi vida
futura, en verdad no sé qué habría sido
de no mediar esta ayuda del cielo representado por la Señora María Pesoa.
La Zorra Villarroel, la
señora HILDA VILLARROEL DE SANTANDER, era una distinguida dama, viuda de un
médico, nuestra profesora de Biología. Luego de transcurrido los años vine a
saber que le decían ZORRA, porque a su señor padre que también había sido
profesor del Liceo, le decían EL ZORRO VILLARROEL. Era una excelente profesora,
también tenía lo que a mí me había maravillado siempre del Liceo, una sala
especial en donde desarrollaba su clase.
Siempre andaba muy elegante, era muy hermosa, ya con una belleza algo marchita pues en esos
años ya era una persona mayor, diríamos mayor de cincuenta años.
Una vez me dijo algo que recuerdo con cariño “pareces un gánster
“, eso era no porque fuera mal agestado sino por el contrario la pinta
impecable; perramus (impermeable casi blanco) cruzado, cuello, corbata y
sombrero alón para la lluvia ya que era invierno) curioso pero me agrado se
hubiese fijado en mí ya que además de ser muy elegante y perfumada, era muy
hermosa, cuando joven debió haber sido espectacular.
El Bacinica Montoya, nunca super porque le decían así a nuestro profesor
de Química, el Bacinica, a mí se me ocurre que era por la manera apretada de
hablar que tenía. Al igual que los otros profesores, también el señor Montoya
tenía una Sala de Química; llena de mesas raras, matraces, embudos y un montón
de elementos que se empleaban en los experimentos de Química, que mis
compañeros que venían con él desde cursos anteriores dominaban. En la clase
para los experimentos había que colocarse DELANTAL, que se nos proporcionaba
allí mismo sin mayor costo ni drama, otra maravilla más en desmedro del pobre
Liceo de Conti desde donde yo venía.
El señor AURELIO VASQUEZ, era
nuestro profesor de EDUCACIÓN CIVICA, abogado, radical, masón y regidor de la
I. Municipalidad de Talca. Era un excelente profesor con mucha cancha política
y en general de la vida, como todo abogado que se precie, vestía elegantemente.
Él nos comprometió con las muchas obligaciones, más que derechos, contemplados
a nivel Constitucional.
La señora ELENA DE VIDTS, profesora de matemáticas, baja y gordita, nunca le supe de
sobrenombre. Eso sí contaban los antiguos alumnos que todos los años se pasaba
con permiso maternal para tener guagüita. Para mi mala suerte, siempre tuve geta
con el ramo, se llamaba ELENA, igual que mi anterior Profe del ramo doña ELENA
DE GALLASSO, pero a diferencia de esta última aprobé el ramo con ella.
Con la señora ELENA, tengo
un recuerdo de una anécdota única, jamás vista. Un día en clases, explicaba un
problema de álgebra en la pizarra, cuando de repente el gringo Becker – que se
sentaba adelante mío- salta, le interrumpe diciéndole “señora Ud., está
equivocada “, no quedamos de una pieza, mudos.... “ a ver gringo dime porque “ le dijo , “ sí ” fue la respuesta “ esta Ud., equivocada y se lo puedo demostrar
“ ... nos quedamos más que mudos todavía... “a ver Becker pasa al frente sigue tú
con la clase dijole la profe..... Pues
bien el gringo paso al frente e hizo la clase dejándonos a todos incluido la
profe con la boca abierta, tenía toda la razón el gringo... BUENO ERA UN ALUMNO
DE SIETE y por algo a posterior ingreso a la Universidad Federico Santa María, recibiéndose
como Ingeniero.
El señor GERMAN SANCHEZ LORCA, el que solo de recordarle me parece oír su voz profunda de F M, como
debe ser la voz de un profesor de Música y Canto. Excelente profesor cada vez
que pasaba un autor musical famoso, nos hacía escuchar sus obras en un fonógrafo
que tenía su SALA DE MUSICA, también nos hizo cantar enseñándonos unas hermosas
canciones que aún recuerdo y tarareo, como por ejemplo; UN POCO DE AMOR de Lao Silesu, una romántica oda canción para
cantarle a la amada ausente.
La profe de Ingles, Marta Ramirez, era una joven soltera profesora del ramo que no era de Talca ya que
pagaba pensión en la misma pensión que el gringo Becker, su clase era por
supuesto en Ingles y no tuve con ella el menor problema.
El profe de Castellano Oscar
Benavides Sandoval, era un joven estudiante
de la carrera, lo supimos después, hubo de reemplazar al señor NORAMBUENA,
profesor de mucha edad, padre de un
compañero. Bueno el señor Benavides se
las mando, cuando entrando a clases, dijo
“ quien quiera fumar que fume “, quebrantando una expresa prohibición de
todo el colegio, con eso solo nos ganó a
todos, sus clases fueron re-amenas ya que además conversábamos muchas otras
cosas de interés por supuesto.
Con don Oscar me encontré -siendo Teniente de Carabineros- con él a diez
años de haber egresado del Liceo, en Santiago, fue un alegrón grande ya que pertenecía a
Investigaciones y estaba agregado a un Tribunal hicimos buenas migas de
inmediato, le conté a la época mis deseos de estudiar para dar el Bachillerato,
quería estudiar Leyes- me dio una superbuena
idea, mira me dijo “ repasa el sexto y
si quieres hacerlo ándate al liceo Vespertino nº 7 en Vicuña Mackenna del cual
soy el rector, de parte mía y asiste a clases como oyente.
A si lo hice, me entusiasmé tanto que me matricule como alumno regular
y termine haciendo el sexto año de nuevo mejorando todas las notas ¿qué tal? Ni yo mismo lo había pensado, CURIOSO PERO SIEMPRE ME HAN OCURRIDO COSAS IMPENSADAS QUE SON LAS
MEJORES.
Benavides era una excelente persona, mejor amigo, pero por esas cosas
del destino nunca más supe de él.
El pichula Navarrete- nunca supe
el porqué de tal apelativo tan ordinario- equitador y arqueólogo por afición, nos hacía
clase de dibujos, sus clases eran muy amenas entretenidas. No faltaban las
anécdotas en ellas, por ejemplo que los
chacoteros del cursos compraron en casa de las bromas UNA TREMENDA MANCHA DE
TINTA de un tintero derramado, se lo
pusieron a SIEVIKING sobre su cuaderno de dibujos, quien puso el grito en el
cielo, casi se murió de un infarto con
la famosa manchita, muy delicado y fino que era, al final se dio cuenta que era
una chanza y no siguió reclamando.
El señor Navarrete, escribió un libro sobre la similitud de las
costumbres e idioma japonés con los mapuches chilensis, muy pero muy interesante teoría, lo que aún se
debate en los círculos especializados.
También fundo el Museo de Talca, era todo un personaje en el ámbito.
Otras de sus obras; fundo un
Club civil de equitación, al amparo del Regimiento Chorrillos del Ejército de
Chile acantonado en la ciudad, el que tenía una gran cantidad de caballares, era
un regimiento de artillería montada. Nos invitó a todos sus alumnos incorporarnos al club, lo que no pude hacer porque los días sábados domingos
y festivos-cuando eran las actividades- generalmente me iba a mi casa en Constitución.
La Lora o Tora, doña ELCIRA BRAVO era la Bibliotecaria, con
lentes poto de botellas, de cuerpo menudo, era con el perdón debido, super-fea parecía una brujita, en cambio era
super amable y bondadosa con sus parroquianos, entre los que me contaba, como buena bibliotecaria super instruida. Le
hice el obsequio de la Historia de Constitución para su alta en la biblioteca,
lo que me agradeció efusivamente.
Doña ELBA PALACIOS de CID, Profe de Filosofía, casada con el rector Don GREGORIO CID FLORES,
era aficionada al cine le encantaba comentar las últimas películas, una
verdadera revista ECRAN- revista especializada de espectáculos existente a la
fecha- Los días viernes en la tarde
junto a otros compañeros hacíamos la chancha y nos íbamos al Teatro Palet en
donde daban los pre-estrenos y el día Lunes a primera hora que nos tocaba
Filosofía con la señora Elba, encargábamos a un compañero – no siempre el mismo-
para que hiciera la clásica pregunta ¿ vio tal película ? . Bueno de inmediato la
clase se interrumpía surgiendo por el resto de la hora, todos los comentarios
habidos y por haber sobre la mentada cinta. Era nuestra forma de sacar la
vuelta, además nos entreteníamos bastante ya que realmente nos gustaba, tanto a la profe como a nosotros, el cine.
Como nota curiosa en todas las películas de acción el jovencito o los actores
aparecían fumando con el cigarrillo en
una mano y en la otra con un vaso de wiski para beber. Notorio mal ejemplo que
hoy en día no se ve y que afortunadamente no prendió entre nosotros.
Doña ALICIA Vasquez de PLISCOF, no fue nuestra profesora pero... era la profe más
buenamoza y elegante de todo el Liceo,
vale la pena recordarlo.
EL PROFE MARCHANT de Educación Física, más bien chico, pero como todo profe de educación física, echadito
para atrás muy bien parado, tipo ferrillo. También contaba con un gimnasio con
todo tipo de elementos; caballetes, paralelas, argollas, trapecio, etc. y nada menos que una pileta que en ese
tiempo no sé porque razón se encontraba fuera de uso. También era el entrenador
y director técnico de todos los equipos en las diferentes disciplinas en que el
Liceo competía.
EL CASINO del LICEO, merece
un recuerdo especial; ubicado en el primer piso, casi junto a la escalera hacia
el segundo piso, en los recreos era nuestro lugar favorito de reunión. Bebidas, emparedados y por sobre todo unos
ricos berlines eran nuestra delicia,
todo por supuesto a un precio módico al alcance de nuestros bolsillos de
estudiantes, enmarcados dentro de la mesada mensual que nos daban nuestros
padres.
EL DENTISTA DEL LICEO, Dr. Don
PEDRO VARGAS, era un profesional de excepción, me efectuó un trabajo de su
especialidad. Revisión y puesta a punto con cero problema de toda la dentadura,
condición sine qua non para poder ingresar a Carabineros (dentadura cero falta),
a un precio módico. Tan prolijo de buena calidad que una amalgama que me puso
me duró cincuenta años. Además en su trato era el de un gentleman muy deferente
para con nosotros que éramos unos modesto estudiantes.
Este servicio dental era otra de las cosas excelentes que tenía el
Liceo de Talca a diferencia del Liceo de Constitución que no lo tenía.
Una carrera como atleta:
Un día, como
tantos otros, en que tomando mi equipo de basquetbolista me fui en la tarde de un Sábado a pichangear a la cancha del Estadio
Fiscal, luego de más de dos horas de entrenamiento, nos fuimos a mirar a la
cancha de fútbol. Se encontraba con
bastante público ya que jugaba el Ranger, todos los talquinos eran sus
simpatizantes, en eso estábamos cuando se me aproxima el señor Marchant,
nuestro profesor de educación física
y me espeta una orden, “ya Villagra me falta uno para el equipo del
Liceo en los 800 metros a ponerse equipo “. Eran dos vueltas a las pista del Estadio, de llapa colmado de público. Como obediente
que era así lo hice, hube de “cumplir la orden”. A estadio lleno, éramos 8 competidores, todos atletas preparados para
la competencia menos yo que por añadidura
estaba cansado; 3 de Liceo Blanco
Encalada, 2 de una Escuela Técnica, y 3 liceanos. Partimos, lo hice violentamente, dando la primera
vuelta en punta- pero al parecer como había olvidado que ya llevaba más de dos
horas en ejercicio físico – mi cuerpo no lo resistió, decaí en la última y segunda vuelta , así y todo llegué tercero, los dos primeros
eran mis compañeros del mismo Liceo, una victoria total, pese a mi situación
personal.
El señor Marchant, era socio de
la Universidad de Chile, a cargo de la seccional Talca, como buen ex-alumno de dicha Universidad, en
esa condición organizó para conocer la nieve por la U. de Chile, una excursión previa
inscripción a los Queñes, sector cordillerano al interior de Curicó. Tempranísimo
nos juntamos en la Una Sur oficina de la U. Arriba de un camión un grupo de unas
15 personas, entre jóvenes y niñas liceanos casi todos y listo, partimos en viaje. Al llegar a los Queñes-
localidad ubicada en la pre-cordillera al interior de Curicó- tomamos un
regio desayuno de campo con pan amasado, queso de cabra, un tazón de
leche de vaca con café, una delicia. Luego seguimos hacia la cordillera hasta
donde textualmente se nos acabó el camino, al pie de una montaña enorme. Entonces
aquí vino lo bueno, pié a tierra y a subir el inmenso cerro, de unos dos mil
metros de altura al menos, luego de varias horas, unas tres, llegamos a la nieve. Para quienes
no la conocíamos, algo realmente
maravilloso, entre las cosas que hicimos fue fabricar helados, mezclando la
nieve con leche condensada, también además del cocaví al efecto –
principalmente emparedados – no pegamos sus ricos pencazos de PISCO, el que por
efecto de la altura se podía beber como agua sin que nos afectara lo más mínimo
.
Por otra parte el paisaje era hermosísimo, nuestra cordillera en todo
su esplendor, cubierta de nieve, el aire
purísimo, la grata compañía de amigos y
amigas, todo sanísimo, realmente disfrutamos de un día sin igual, la gran
novedad para mí y para casi todos los participantes FUE QUE POR PRIMERA VEZ
CONOCIAMOS LA NIEVE.
Al regreso tuve la suerte que el
camión que nos transportaba se guardara a una cuadra de la casa de mi tío, pero
lo que recuerdo como si fuera hoy. Es que en dicho regreso, iba sentado en la
parte trasera del camión ya estando solo cerca de la casa, mirando hacia
atrás, como soy alto mi cabeza
sobrepasaba más de treinta centímetros sobre
la cabina del vehículo. Por una cosa intuitiva de repente se me ocurre volverme
para mirar hacia delante, justo en ese
instante el camión pasaba bajo el puente ferroviario en donde de no mediar que
miré y por supuesto de inmediato me agaché, me habría dado en la cabeza, no
quedándome la menor duda que habría muerto con un tremendo golpe.
Una vez que esto paso en fracción de segundos me dí cuenta del peligro
al que había estado expuesto, me puse
peludo entero, transpiré helado... ¡me
salvé de morir por segundos!
No era mi momento de irme a mejor
vida, como varias otras veces me pasaría en la vida, sobre todo en Carabineros.
Fue tan rápido, tan impactante que en el momento yo
creo, no dimensioné realmente el peligro, ni siquiera se me ocurrió elevar una
oración al señor dando gracias.
La
Fiesta de la Primavera
En Talca como en Constitución se
celebraba la Fiesta de la Primavera. En el mes de octubre del 51, concurrí a un
Bailable en el Casino del Estadio Municipal, en donde lo hicimos hasta las 5 de
la mañana, sin parar desde las 21 horas,
imagínense el aguante. Como buenos
estudiantes con poco billete, bebiendo
con la niña que se bailaba, apenas invitándole a un refresco y pare de contar.
Lo que más se bailaba era la Zamba brasilera, congas, pasodobles, poco
tango, pero el bolero se bailaba mucho, a veces check tu check cuando la niña
lo aceptaba...era generalmente el preludio de un pololeo.
Una hermosa canción de moda a la época era ILUSION, de Luis Mariano,
cantante español, que todo entonábamos,
algo así como YO SE QUE EL AMOR
ES UNA ILUSION,.......... LOCA ILUSION QUERER SIN PRESCINDIR..... Todas las
canciones eran románticas muy propias de nuestra edad, de una vida en que
recién empezábamos a disfrutar nuestra juventud.
En esta oportunidad pinché con una bella mascarita, con la cual
bailamos toda la noche. Quedamos de
acuerdo juntarnos a los dos días siguientes, para ir al cine en el Municipal,
resulto ser la bella mascarita una niña nada de mal parecida pero que tenía el
grave inconveniente para mí; ser como 7 años mayor y nada menos que PROFESORA,
disfrutamos de la proyección de una película, pero... NO LA VI NUNCA MÁS.
Nuestra Humorada de las ESCOCESAS
Como alumnos de quinto año en proceso de preparar gira de estudios que
se hacía justamente al término de año, con el objeto de juntar fondos, nos tocó aportar un número para la Gran Velada Bufa en el Teatro Municipal de
Talca. Como las niñas del Liceo de
Niñas- nuestras vecinas del frente – habían presentado un baile denominado LAS
ESCOCESAS, nosotros el Curso casi completo, presentamos un numero cómico
disfrazados de escocesas con la misma tenida, pero con botines
-CHUTEADORES - de fútbol. El público se
mató de la risa con tan particulares escocesas, patudamente improvisamos- ya
que no lo habíamos ensayado- al compás de la misma música con que se presentaron
las niñas Escocesas. Con solo recordar el medio ruido que metíamos al danzar
con chuteadores sobre la superficie del escenario, los grandes costalazos que nos pegamos, todo
fue parte del número cómico y harto que nos aplaudieron. No puedo menos que
esbozar una sonrisa.
Los
viajes en Tren Talca- Constitución
Durante las vaciones de invierno del 51, quince días
del mes de julio, decidimos con mi cumpa talquino Lucho Díaz irnos a mi casa,
llevando a Juanito- mi primo de cinco años -. De la partida jugamos con él en
el Automotor ferroviario, a Juanito se le ocurrió hacer pis, no encontramos nada mejor que sacarlo por la
ventanilla del automotor para que hiciera, por supuesto que se le entraron de inmediato las ganas de hacer
pis.
Luego ya en mi
casa jugábamos a la pelota con Juanito, lo único malo era que JUANITO
ERA LA PELOTA, lo tirábamos de una cama a otra... cosas de muchachos
jóvenes.
Digno de recordar es el recorrido que hacíamos en el
recorrido del tren hacia Constitución, sinuoso, junto al río Maule, con una belleza
que sobrecogía, cada vuelta de la vía era una nueva y más hermosa vista sobre
el río. El viaje en si era todo un agrado, lo hacíamos en el automotor que era
el expreso de la época y lo más light.
UNA FURTIVA
COMPRA
Nos encontrábamos en
vacaciones de invierno en mi casa de Constitución, alumnos de quinto año de
humanidades, 1951, a donde había invitado a mi compañero de curso talquino LUIS
DIAZ SANCHEZ. Ya la pubertad con los ardores propios de la edad se reflejaban
en nuestros entusiasmos eróticos.
A los pocos días resolvimos con Luchito chico
– JUANITO, mi primo de apenas 5 años, nos bautizó como Luchito Grande (yo) y
Luchito Chico (Lucho Diaz mi compañero Talquino)
-, ir a ver unas “niñas malas, o buenas personas” donde la Tía Inés, - ubicada
en la subida del cerro por la calle Vial de la ciudad.
Luego de
arduas reflexiones y conversaciones, resolvimos que previo era comprar
preservativos para evitarnos problemas de enfermedades venéreas, lo aprobamos
favorablemente. Partimos – luego de
“achutarnos” con nuestra mejor pinta dominguera, convenientemente bañados y
perfumados, usábamos en esos años la COLONIA WILLIAMS, que era lo máximo- al oscurecer, alrededor de las 7 de la tarde,
rumbo a la esquina de la plaza, lugar en donde estaba la farmacia Castro- la
única del pueblo -, tratando de disimularnos lo más posible. Previamente rifamos
quién iba hacer la adquisición, perdió
Luchito Chico, le tocó a él la mentada
compra .
Aquí viene lo bueno;
había dos dependientes, un varón y una dama, ambos estaban detrás del
mesón de la venta y por supuesto que un numeroso público... Luchito Chico avanza se pone frente al
mostrador procurando que lo atendiera el varón, pero por el otro lado lo seguía
para atenderlo la dama, Luchito la sacaba el quite a la dama y se iba hacia el
otro extremo procurando que lo atendiera el varón y la dama, por detrás del
mesón, lo seguía. Yo estaba en palco, desde la esquina de la Plaza, mirando
muerto de la risa. Luchito Chico colorado como un tomate, luego de unos largos
minutos en que se repitió por varias veces la maniobra de persecución por parte
de la dama dependiente detrás del mostrador,
lo pudo atender el varón, comprando finalmente los esquivos condones.
Concretada la
primera parte de nuestra aventura, siempre en forma furtiva, poco menos que
mirando para todos los lados, medio de carrerita, con el temor que algún
conocido nos viera, llegamos donde la
tía, quién nos atendió personalmente llamando rápidamente a las niñas, bastante
buenas mozas, muy sugerentes, cariñosas y olorositas, todas muy eróticas.
Luego de escoger de acuerdo a nuestro gusto las damiselas, tomarnos un traguito y previos
unos bailoteos muy apegados, mejilla con mejilla, al son de un romántico bolero
con una letra pegajosa que decía algo
así como, “ porque te hizo el destino
pecadora si no sabes vender el corazón “, - Pecadora de Agustín Lara- en
esa parte las niñas se emocionaban casi hasta las lágrimas, dándole un toque de
sensualidad y romance muy particular,
partimos cada uno por su lado para
intimar con ellas en sus habitaciones, previo pago de un valor acordado.
Luego, ya de regreso, vinieron los comentarios,
aparte que las niñas eran “ re-guenas “ profesionalmente , vino la
pregunta del millón : ¿ y usaste el condón ? la respuesta de ambos casi al unísono fue; “ chutas era tan re-guena la niña y
grande mi entusiasmo que … SE ME OLVIDO USARLO “.
Este es uno de nuestros pecados de juventud, mantenidos
en estricto secreto, por razones obvias, solo luego de largos años se cuentan,
con una sonrisa, al recordar nuestras pilatunadas de muchachos “ hijos de
familia “, como era el dicho de entonces, de alguna forma permitido – nuestros
padres lo sabían, no me cabe duda, pero se hacían los no enterados -.
De acuerdo a nuestras costumbres a esta edad era
normal tener un pololita – también una niñita hija de familia – que era la
número uno, con la cual solo nos estaba permitido uno que otro besito pero
jamás sexo. Además por los problemas que podrían significar en caso de un embarazo, decididamente caería sobre ella y su familia
toda la vergüenza del mundo por un hecho ampliamente repudiado socialmente, ser
madre soltera y tener un hijo natural o “huacho “ , menos aún en pueblo chico
en donde todos se conocían . Es de recordar la Operación Maturana de la ciudad
de Talca, sin mayores comentarios.
Lo que han variado ostensiblemente con los
tiempos, social y jurídicamente, como se puede apreciar.
La nota negra para mí durante
este año que lo pase super bien en Talca, fue la muerte de mi madre. Se encontraba
enferma desde hacía unos seis meses en
que empezó a perder peso rápidamente hasta llegar a una postración absoluta. Era
un cáncer generalizado que la aquejaba y la hacía sufrir terriblemente. La vi
con vida un fin de semana que fui a casa, ella siempre preocupada de mi – era yo
su regalón – quería que mi padre me comprara un terno nuevo para que su hijo
anduviera bien presentado. Estaba casi semi inconsciente, le dije mamá no se
preocupe, me despedí con un beso, yéndome
a Talca, fue el último que le vi en
vida. Era un domingo.
A los dos días un siendo Martes, estando en clases como a las 11 de la
mañana, me mandan buscar a mi sala desde
la Inspectoría General. Don Mariano me
dice que mi madre está muy mal que estoy
autorizado por el Liceo para irme de inmediato a casa, lo que así hice, llegué
en la tarde. Lo recuerdo como si fuera
hoy, tuve la pena de ver a mi madre exhalar el último suspiro. Era tanto el
sufrimiento que mi madre tenía que dentro de la pena que significaba su muerte,
nos alegramos que al fin pudiera descansar en paz. Conteniendo las lágrimas que
me querían salir a mares de mis ojos, ayudé a mi padre yendo en bicicleta
rápidamente a un par de cuadras a la Funeraria avisar que trajeran el
servicio, porque mi madre había
fallecido. FUE LA PENA MAS GRANDE A LA FECHA POR MI EXPERIMENTADA, el deporte
me había hecho fuerte, no desfallecí.
Al día siguiente alrededor de las 11 horas tuvimos una misa en la
Catedral del Pueblo, y luego con la Banda
del Liceo, nos fuimos a pie en el cortejo, cabizbajo,
apenado junto a mi padre a dejar al Camposanto los restos de mi madre. Cementerio Católico del Dique, lugar en
donde descansan al día hoy. Rodeados de toda la estimación de los familiares,
muchos vecinos y amigos, entre ellos algunos que no olvidaré como los parientes
Villagra, en especial PEDRO VILLAGRA AGUILAR- alumno interno del Liceo de
Talca- También el año 1991 estaría en Santiago junto a mi acompañándome en el
sepelio de mi padre, estos gestos no se olvidan.
Creí que mi pena no iba a pasar nunca, pero hay
dicho que dice EL TIEMPO QUE TODO LO CURA… no hay herida que no restañe,
al fin la pena paso. Solo quedo la grata memoria de lo que fue mi
madre. Parodiando al poeta yo diría que LOS MUERTOS MIENTRAS VIVAN EN NUESTRA
MEMORIA NO MORIRAN, solo cuando los olvidemos AHI SI MORIRAN POR SEGUNDA VEZ. Me ha ocurrido en el caso de mi madre, siempre
tengo un recuerdo a diario para ella.
Tuve el terno nuevo impecable que mi madre
quería, para mi pesar fue un terno negro
de luto con el que asistí a sus funerales.
Mi madre hasta con su muerte me favoreció, el Liceo
de Talca con un tremendo criterio me eximió de todos los exámenes finales que
venían justo en esos días, conserve mis notas de presentación pasando a 6to
Año, sin el menor problema. Junto con darme el péseme el Inspector General
Señor Gonzalez me dijo “repóngase bien
para que llegue sin novedad a clases en marzo “.
¡NO ME CANSO DE AGRADECER ESTE HERMOSO GESTO!
A mi madre desde entonces siempre la he sentido con
MI ANGEL DE LA GUARDA, muy a mi lado, hasta el día de hoy, desde mis días de
estudiantes, como en los agitados días de mi vida como CARABINERO. En donde
sufrí los peores riesgos, incluso el día 12 de septiembre de 1973 ser ametrallado
y no tener ni un rasguño, el Carabinero que estaba a mi lado murió atravesado
por una bala, sin que se sepa hasta el día de hoy quien le mató, Ojo, esa es
historia de otro costal a contada en otro Libro de mis Reminiscencias.
Lo negativo fue que a pesar de haber trabajado,
intensamente con mis compañeros de curso, juntando fondos para la clásica jira
de estudios de los Quintos Años, por segunda vez me frustré, por razones obvias
no pude hacerlo. Finalmente no tuve lo que todos mis amigos recuerdan la jira
de estudios de los años de humanidades, con gran aflicción de mi parte.
Durante el verano que siguió tome la rutina de ser
un veraneante más en Constitución. Creo
que con eso se me pasó la pena grande, me
pude reponer del dolor que sentía, creía
en el momento que nunca iba a pasar, tan
agudo era. Tremendamente mortificante
saber que el ser que te ha dado la vida ya no estará más contigo. El tiempo, el
tiempo hizo su efecto como ya lo dije todo lo cura. Creo que es la gran receta
para cualquier gran pena incluidas las penas de amores, mal que tanto aqueja las personas,
especialmente cuando se piensa estar en
un hoyo sintiendo que no pueden salir de él,
a posterior lo miramos en distintas perspectiva, una vez que el sanador
TIEMPO ha hecho su efecto.
En nuestros recuerdos de grandes
lectores - por razones obvias, no existía la televisión y la radio nos estaba
racionada- un libro que merece especial
mención es, SIN NOVEDAD EL FRENTE, de Erich
María Remarque-1898-1970-. Su pluma magistral contando las peripecias de
jóvenes soldados alemanes que dejando las aulas, combatieron en las trincheras
de la Primera Guerra Mundial- 1914/1918-. Diametralmente opuesto a lo que se
podría pensar en primera instancia, ANTIBELICO TOTAL. Su final patético; el
jovencito que se había salvado de mil batallas, en un día aciago, a horas de
firmarse el Armisticio – final de la guerra –, asoma su cabeza desde la
trinchera para tomar una mariposa posada en una flor, cuando una bala enemiga
pone fin a su existencia y, ese día en
el frente oriental, el Parte de Novedades diarios diría SIN NOVEDAD EN EL FRENTE,- la muerte de
un soldado era la nada - aquí algunos lagrimones saltaban de nuestro
ojos infantiles. Años más tarde también sería llevado a la pantalla, con
singular éxito.
De esta novela, una parte nos tocaba el alma, era aquella en que el grupo de alumnos alemanes, de
secundaria, en masa se enrolaban para ir a la guerra, de los cuales fueron
contadas sus aventuras.
Cursábamos el sexto año de
Humanidades, en el Liceo de Hombres
talquino-1952-. Toda una pléyade de alumnos que, buscando la mejor educación concurría
allí desde todos los rincones de la zona
del Maule, era realmente un establecimiento educacional de excelencia
reconocido por ello en todo el país.
La mayoría de las Instituciones buscaban en estos jóvenes
incentivarlos para ingresaran, una vez ya finalizados sus estudios, a su aleros
para iniciar sus carreras. Era así como continuamente se recibían
invitaciones de todo tipo, como por
ejemplo de Carabineros de Chile a presenciar actos relacionados - ceremonia y
desfile el 27 de abril, día Institucional, en la Alameda frente a la
Prefectura-. O como fue la visita al
Liceo que hizo un Oficial de ejército, del grado de Teniente del Regimiento
Chorrillos, de guarnición en la ciudad. El que además de exponer las ventajas de pertenecer al glorioso
ejército de Chile,” siempre vencedor jamás vencido “-, nos narró en detalle una
parte de nuestra historia ocurrida en la
Guerra del Pacífico -1879-1883-, exultante, pero poco conocida, justamente por
muchos de los talquinos.
A estas alturas de nuestras vidas no
sabíamos que, en nuestra historia nacional, este fenómeno se había
presentado 34 años antes que lo narrado sobre la Primera Guerra Mundial. Fue
la formación en 1880, con motivo de dicha conflagración de la Guerra del
Pacifico- 1879/1883- del BATALLÓN CIVICO
TALCA, que devino al poco tiempo en el REGIMIENTO TALCA, el 6To de línea, de
brillante épica en las batallas de CHORRILLOS, MIRAFLORES, HUAMACHUCO. Posteriormente en la ocupación de Lima y el Callao por nuestro ejército.
Que había nacido en el Liceo de Hombres
de Talca, actual Abate Molina,- fundado en 1827, uno de los más antiguos y
prestigiados del país-, teniendo como
base sus profesores y alumnos en edad de cargar armas, así cursos
completos se integraron a él. De dotación 1.300 voluntarios, soldados y oficiales, solo regresaron 1.090 personas, doscientos diez
jóvenes maulinos quedaron tendidos en los campos de batallas y otros
lisiados, entre muertos y heridos.
Haciéndose notar que los alemanes
perdieron la guerra y nosotros – nuestros ancestros – la ganamos. Por otra
parte, una ficción y por la otra una
realidad. Se ha narrado la
apoteósica llegada triunfal del regimiento, un frio día de otoño de 23 de mayo de 1884, de regreso a la ciudad
mater que los recibió como héroes, en un
tren militar a la Estación de Ferrocarriles de Talca. *
Iniciando la marcha
desde la calle 11 Oriente por la Alameda 2 Sur hacia la Plaza de Armas,
donde sería la ceremonia principal, entre un murmullo de admiración y los
vítores de la población que parecía
desbordada llenando las calles de su recorrido.
Con la Banda de Guerra e Instrumental a la cabeza, le seguían la Bandera Nacional,
el Estandarte del Regimiento, con sus respectivos portadores y escoltas, luego su Comandante
con sus Ayudantes cubierto su pecho de entorchados con los colores blanco, rojo
y azul, a continuación las respectivas Compañías con sus Oficiales a cargo.
Luego,
cruzaron bajo un Arco de Triunfo
confeccionado por los Bomberos, armado en la Una Sur con Cinco Oriente, con
escalas, mangueras enrolladas formando volutas, baldes y ruedas, en su alto el
retrato de Arturo Prat.
A los sones y marchando con el himno del regimiento se ubicaron por
el costado sur de la Plaza de Armas, en
donde a su frente en un Palco, construido al efecto, se encontraban todas las
máximas autoridades citadinas; Intendente, Gobernador, Párroco, Alcalde,
Rectores y Directores de colegios y vecinos connotados.
Luego que el Comandante de Regimiento
rindiera honores a las autoridades presente, el señor Intendente hizo uso de la
palabra; “dando la bienvenida a todos
estos hijos de esta tierra maulina, héroes de la Guerra del Pacifico, para
nuestra honra y a quienes recibimos hoy
con los brazos abiertos “, fueron
algunos pasajes más resaltantes de sus dichos, para luego finalizando su alocución condecorar a su
Estandarte.
Que importante habría sido que esta gesta se nos hubiese dado a conocer antes en aquellos
tiempos en que éramos niños grandes
lectores. Sin lugar a dudas, que toda nuestra admiración lo habría sido para
nuestros héroes nacionales triunfantes, re afirmando aquella premisa de nuestro
Ejército, SIEMPRE VENCEDOR JAMAS VENCIDO.
*Fuente Memoria del Maule. Editorial
Universidad de Talca. 2005.
EL INTERNADO NACIONAL BARROS ARANA, era a la fecha el mejor Liceo Fiscal con Internado
de Chile, así de simple. Con motivo de
cumplir CIEN AÑOS de su fundación, organizó una Olimpiada Nacional de Liceos
Fiscales, por supuesto que lo más connotados entre ellos nuestro querido y
prestigiado Liceo de Hombres de Talca, deportes; el Atletismo, el Futbol y el Basquetbol. Me correspondió
integrar la delegación compitiendo en el equipo seleccionado del Liceo en Básquetbol.
Fue venir a Santiago, la capital de Chile, ese año
1952, una rica experiencia, recorrer el sector estación central y de la calle
San Pablo nos parecía atrayente, algunos más osados – lo que yo no hice –
alcanzaron a unos callejones con prostíbulos de la calle Maipú , creo que eran de medio pelo para abajo.
Dado al exiguo rancho, la única crítica era que la comida
siendo buena era muy poca. Nos vimos obligado a incrementar nuestra dieta,
yendo a comer completos al sector de San Pablo, cercano, lugar en donde conocí
las famosas CACHAS GRANDES. Las que mi primo Amador Reveco cuando estuvo en
Santiago con motivo de su servicio militar de un año conoció y de las cuales
hacia buenos recuerdos. Realmente nos parecieron espectaculares, un cerro de sopaipillas
simples o pasadas acompañadas por un
jarro de medio de litro con café y leche, a un precio al alcance de cualquier
bolsillo, incluso el nuestro de
estudiantes.
Muchas cosas que contar: integré como ya lo dije el
equipo de basquetbol del Liceo, jugué como titular pero sufrí con mis compañeros nuevos de equipo- no había
jugado nunca antes con ellos- no confiaban mucho en mí y no me dieron pases. No
me sentí a gusto con ellos yo estaba acostumbrado a otro tipo de juego, no estuve totalmente integrado como debiera
haber sido, así y todo creo que jugamos bien. Pero nuestro gran pero, fue que el campeonato era por eliminatorias, jugamos
en la primera ronda con VALPARAÍSO, que fue campeón, quedando al perder en un
partido bien peleado, solo ganado por un
par de puntos, ELIMINADOS AL PRIMER
PARTIDO. Eso fue en realidad mala suerte, porque si en el sorteo nos toca con
cualquier otro equipo seguramente habríamos llegado a la final a disputar el
campeonato justamente con VALPARAISO.
Bueno pero el deporte es así y el FAIR PLAY, nos
dice que debe aceptarse con resignación.
Casi veinte años más tarde habiendo sido trasladado
a VALPARAISO como Capitán de Carabineros, siendo Subcomisario de la 3era.
Comisaría Puerto, caminando por la céntrica calle Condell, me para un señor y
me dice “ perdón tu eres Villagra verdad? ... al asentir me dice “yo soy Hugo Fernández,
jugamos Básquetbol en el INBA “... bueno... nos dimos un gran abrazo y desde
allí reanude una amistad que duraría por mucho tiempo.
Me invito a practicar con el equipo del Liceo que el ahora
entrenaba, me di el gusto de ir un par
de veces a reencontrarme con mi querido deporte el Básquetbol, haciendo buenas
migas con un grupo de jóvenes estudiantes de la ciudad.
Esta Olimpiada fue ampliamente publicitada en los
medios de comunicación, en la primera página de la Revista Vea, salió una foto
justamente nuestra- selección de Talca – portando una gran bandera chilena
desfilando por la pista de ceniza del Estadio Nacional, con la leyenda “SEMILLERO
DEL DEPORTE CHILENO “ por supuesto que
tengo la foto guardada en mi álbum, la que he insertado en esta página.
Mucho frío
hacía en Santiago, recuerdo en esos días del
21 de mayo del 52, había que andar muy bien abrigado. Incluso
curiosamente fui solo a ver unas peleas
de box al famoso estadio cubierto, el CAUPOLICAN. Me divertí mucho escuchando las tallas de un
famoso tipo que le decía tallas a los boxeadores y entre el público. Tampoco lo
puede olvidar ya que un fumador de la fila de atrás donde me senté (Galera) me
quemó el perramus blanco que llevaba puesto, me quedo un rico hoyo.
También vi
desfilar con motivo del Te Deúm, frente a la Moneda a mi querido amigo y coterráneo
cadete de la Escuela Militar Hector Bravo Letelier, quien a manera de saludo me
guiñó un ojo, ya que por razones obvias en la fila no podía hablar y menos saludar.
Cuando llegue al Liceo al
distinguido curso 5to A, mi primera pregunta fue, ¿quiénes jugaban básquetbol?,
cuál no sería mi sorpresa al saber que en la práctica ninguno de mis compañeros
era basquetbolista. Afortunadamente había
varios que eran deportistas; atletas
como Arturo Fernández, y Lucho Diaz, otros que jugaban futbol, Aqueveque, Veloso,
Rojas.
Pues bien como había por instrucciones del señor
Marchant – nuestro profesor de Educación Física, cumplir con presentarnos en el básquetbol, armamos el
equipo.
Me las dí de entrenador y empezamos a entrenar duro
dos o tres veces a la semana Pese a ello el primer año – 1951- fue vergonzoso ,
nos ganaron casi todos los partidos, salimos casi primeros ¡ pero por la cola !
Al años siguiente seguimos entrenando pero ya con
pica, ¡he aquí que maravilla! empezamos
a ganar, nos tocó disputar el Primer Puesto, en un Liceo en donde habían 20 equipos. Fue un gran partido en la cancha
de tierra del patio central del Liceo, no me lo explico porque, arbitrado por
el señor Marchant, el que nos quedó la impresión estaba por nuestros contrarios
que era el Sexto Año B., el que tenía 4
seleccionados del equipo representativo del Liceo, en el nuestro era YO SOLO,
los otros compañeros NUNCA HABÍAN SIDO
JUGADORES.
En este partido me tome el desquite por la poca bola
que me dieron los otros seleccionados de cuando jugamos con Valparaíso en el INBA,
les demostré que yo solo era capaz de levantar un equipo y ganarles. Mis
pretensiones en aquellos años eran ser algún día seleccionado nacional, ni más
ni menos, por eso era fanático y entrenaba todos los días.
NOS GANARON POR UN PUNTO, PARA NOSOTRO FUE UN
TREMENDO TRIUNFO, de los malos del año anterior a casi campeones, más todavía que el único seleccionado era yo
Juego
Básquetbol por el Deportivo ARABE DE TALCA.
Durante los dos años que
permanecí en el Liceo, el colegio como tál no participaba en el Básquetbol de
la Liga respectiva Talquina, no sé porque razón se encontraba en receso. Por
ello nos encontrábamos lo jugadores en
libertad de jugar por cualquier equipo,
no sé quién les dio el dato, fui pololeado para jugar por el Deportivo Árabe
de Talca, lo que hice durante ese tiempo,
fui el regalón de los paisanos del comercio de la calle UNO SUR, incluso
me regalaron la camiseta del equipo, que
era blanca con unos bordes verde y la Inscripción también en letras verdes
sobre el pecho que decía DEPORTIVO ARABE, era muy hermosa la camiseta, la
conserve por muchos años como un preciado recuerdo.
Con motivo del juego del Basquetbol,
conocí a la familia ELGUETA, grandes Basquetbolistas, dos hermanos, cuyo padre
había sido jefe de estación en Talca, era a la actualidad jefe Superior Zonal,
con casa de la empresa en las cercanía de la Estación, naturalmente los
Elguetas eran del Deportivo Ferroviario.
Los Malones
Se estilaba en aquellos días
estudiantiles efectuar reuniones sociales, compartidas con amigas, generalmente
en la casa de un compañero de curso. Bailables denominadas MALONES, era porque
o se fijaba lo que había que aportar o directamente se fijaba un cantidad en
dinero para comprar las vituallas, vale decir el ponche, los canapés y las
bebidas, generalmente era una cuota.
Esta cuota daba derecho al consumo ilimitado de canapés, ponches y /o
bebidas, los caballeritos entre lo que yo me clasificaba, lo hacíamos en forma
mesurada, no así algunos participantes, especialmente, alumnos del Liceo del
régimen de internado- cursos B - . La verdad es que era vergonzoso ver como
llegaban a puro comer y tomar, a esto se
le llamaba socarronamente “defensa de la cuota “, por supuesto que era mal visto, pues en otras palabras era una rotería de
seres maleducados. Afortunadamente no era una conducta generalizada, lo era
solo de uno que otro espécimen de esos que nunca faltan en un conglomerado
humano.
MI PRIMERA POLOLA
Por esas cosas del destino en
los numerosos viajes desde Talca hacia
Constitución en el ferrocarril, fines de semana en que se juntaban toda la
muchachada que estudiaba en la ciudad
del Piduco, conocí a la que fuera mi primera polola, a quien curiosamente ni
siquiera distinguía en Constitución, vivía cerca del Estadio, para mí en el
otro extremo de la ciudad.
Desde el primer momento experimente un cambio en el aspecto
afectivo, ya que me enamore por primera
vez en mi vida, tenía a la sazón 19
años, nunca antes había pololeado. Ella
estudiaba en la Escuela Normal de Talca como externa, era levemente mayor que
yo,- Uds., saben cómo son las mujeres
con la edad, nunca la confiesan- .
Influyo mucho en mi vida de hiperquinético, era mi cable a tierra ; tez
blanca, pelo castaño, de regular estatura, grandes ojos verdes , hermosos labios
sensuales, excelente figura, de una grata voz melodiosa, de buena dicción
propia de la gente educada, nos enamoramos
tremendamente, era para mí la mujer más bella y atrayente del mundo.
Procuraba verle todos los días, no sé a qué horas estudiábamos, ya que
yo le iba a ver todas las tardes a la casa donde pagaba pensión cercana a las
casas de mis tíos.
La presenté en mi casa y en la casa de mis tíos y ella en la suya,
como pololos oficialmente. La cosa iba en serio, incluso nos tomamos una foto
en un malón al cual fuimos juntos,
formábamos una linda pareja.
Ella me hizo el mejor regalo de mi juventud deportiva, un par
zapatillas de basquetbol FINTA SELLO AZUL,- lo mejor de la época - así tuve dos pares, una para entrenamiento y
las Finta para los partidos oficiales, me sentía inmensamente feliz por este
regalo, más aún por ser de la persona
de dónde provenía.
La Alameda talquina de la 5 norte, el tren de nuestros viajes
periódicos a nuestras casas paternas, la Plaza de Armas, la Alameda Enrique
Donn con su santuario, las negras arenas de la Playa, la Piedra de la Iglesia,
la infaltable pasada por bajo el Arco de
los Enamorados- la leyenda decía que las parejas que pasaban bajo él se casaban
al año - y el Muelle Fluvial, fueron
nuestros mudos testigos de nuestra relación. Conversábamos de todas esas cosas
inconducentes tan propias de los
pololos, lo más maravilloso nos
besábamos con fruición sin igual, mil
veces nos jurábamos amor eterno, mirando
el futuro con un claro optimismo. Como diría el poeta de la prosa francés Lamartine “ambos estábamos en la edad en que es permitido confundir los sueños con la
realidad “.
Es también claro que “los
recuerdos nunca vienen solos siempre los acompaña un melodía inolvidable “,
estaba de moda una hermosa melodía “Abril en Portugal “, su música y letra
compuesta por el portugués Raúl Ferräo, como un fado llamado “Coímbra”, por la
ciudad del mismo nombre, cantada por Amalia Rodríguez, también ahora por Julio
Iglesias. Era nuestra canción, aquella en que escuchándola, mirándonos a los
ojos, nos jurábamos querernos por siempre jamás.
Nunca pensamos que algunos
meses más tarde la distancia de haberme ido al Servicio Militar, luego a la Escuela de Carabineros, allá en la
lejana capital, ese amor se iba apagar
con la misma rapidez con que se había iniciado.
Nada más cierto que aquello lo del Tango gardeliano,
“AMORES DE ESTUDIANTES FLORES DE
UN DÍA SON “... solo un hermoso e
inolvidable recuerdo al día de hoy con el pensamiento interrogante ucrónico
inevitable ¿qué habría sido de nuestras vidas de no mediar esta ruptura?
De todas formas un maravilloso recuerdo, diré como la canción “te llevaré por siempre en mi corazón “.
Por nuestro egreso del Liceo, en
la Van- Wolsvagen del año - de Julio Aparicio, nos fuimos a celebrar un grupo
de unos diez compañeros a un lugar denominado LAS TINAJAS, ubicado en el camino
hacia Curepto a la salida de Talca,
pasado el puente sobre el Rio Claro, que era una bodega donde vendían del buen
vino, pero por sobre todo CHICHA DULCE, con la cual fue nuestra celebración por
haber egresado invictos del último año del Liceo.
La verdad que nos curamos como ranas y
celebrando nos metimos en la Van de Aparicio hasta contra el tránsito en
la calle principal la Una Sur, cantando
en voz en cuello el himno del Liceo y una serie canciones más, entre ellas las
canción del Adiós, afortunadamente al parecer no molestamos a nadie ya que pasamos con cero y
no nos llevaron preso por desordenados.
No sabíamos en aquellos momentos felices que la mayoría jamás nos
volveríamos a encontrar, la vida nos separaría para siempre y muchos no nos veríamos nunca jamás, quizás si
hubieses sabido aquello no habría sido tan feliz nuestra celebración.
Juventud un recuerdo inolvidable en mi mente de algo que no volverá.
Entrando a una nueva etapa de mi vida, estos es 1953 a 1982.
Mi carrera en la Institución de
mis sueños, a quien debo todo lo que soy, habiendo logrado en tantas bellas
etapas cosas que ni siquiera las había soñado.
Narrado en otro de mis libros. REMINISCENCIAS DE UN JOVEN MAULINO II PARTE,
1953-1982.- Que creo sería interesante
su lectura.
Estas son mis reminiscencias “lo que
se recuerda “, de los dos años que fui alumno del Liceo de Hombres de Talca,
1951-52- uno de las
añoranzas gratas que conservo de todos
los lugares en donde el destino me ha llevado.
Siendo su enseñanza fundamental en mi formación humanista secundaria que me permitió el éxito en todas mis
aspiraciones profesionales.
Las presentes líneas tienen objeto dar a conocer como era nuestra
forma de vida con el claro fin;
interesar, entreteniendo, dar a
conocer hechos a veces olvidados, recordar
a muchos que ya no están con nosotros, …
de ese lejano ya en la bruma del tiempo LICEO DE HOMBRES DE TALCA 1951-52.
Si lo he conseguido al menos en una mínima
parte, estaré feliz por haberlo
obtenido.
Luis Villagra Reveco
UNA CELEBRACIÓN
ANIVERSARIO INOLVIDABLE.- II.-
Una costumbre, diríamos que nacional, es el
hecho celebrar los egresos de la educación secundaria, universitaria,
institucionales o en otros casos de cursos de especialidad, en este en
particular, mi promoción del Liceo de Hombres de Talca – así se llamaba a la
época el actual Liceo Abate Molina - del
año 1952, decidieron celebrar para el día del liceo, en el mes de julio del año
1963, nuestro conmemoración de los DIEZ AÑOS, en la ciudad del Piduco.
Así lo dispuso la Directiva del Curso,
procediéndose hacer un balance que había ocurrido en el intertanto con la vida
profesional de los compañeros de promoción ; este realmente fue impresionante;
aquel grupito de teatro, que no nos había impresionado ni lo más mínimo, de
allí había surgido nada menos que ALEJANDRO SIEVIKING, ya a la fecha afamado
hombre de teatro, abogados como Jaime Martinez Torres, RAMIREZ y Julio
Aparicio, hombres de negocios como ARTURO FERNANDEZ, heredero de las afamadas
CECINAS PRODUCTOS FERNANDEZ, Químico Farmacéutico como RAYO, Médico como VILLALOBOS, Concha y Veloso
profesores, Eduardo Rojas Oficial de Investigaciones, Lucho Díaz y Villagra
Oficiales de Carabineros, el gringo Richard Becker Ingeniero Civil de la
Universidad Santa María, Lucio Carrasco corredor de la Bolsa de Comercio,
BOBADILLA como hombre de negocios con la Zapatería familiar, y muchos otros que
se me escapan, pero importante recalcar que, cerrando como broche de oro, el
grupo de exitosos emprendedores estaba;
MIGUEL ANGEL ESCOBAR GAMBOA, como
ALCALDE EN EJERCICIO DE LA I. MUNICIPALIDAD DE TALCA, en fin una promoción de
excelencia, la mayoría de ellos profesionales.
Dentro del programa elaborado, luego de
participar en los actos de los días mismos del Liceo, con los saludos
protocolares del caso, culminaba esta celebración con una Gran cena de Gala –
eso sí tipo Club de Toby, solo de varones, la mayoría estaban solteros - ella en
el mejor Hotel de la ciudad, presidida, como ya se narró, para
satisfacción y orgullo nuestro, por el ALCALDE DE LA CIUDAD, la primera
autoridad comunal, nuestro compañero
ESCOBAR.
Luego de un aperitivo, previo al condumio
mismo, se pasó lista, desfilaron así en nuestra memoria todos los muchachos de
antaño, con todas sus gracias y características , uno a uno de acuerdo a la
mismísima lista de clases, la mayoría
presente, los ausentes con la clásica nota de excusa, solo uno que no aparecía
ni presente ni justificada su ausencia. Se trataba de JUANITO CACERES, crack
del equipo de fútbol del curso, moreno, alto delgado de complexión atlética, de
muy humilde extracción dado a su pertenencia a una modesta familia de la
periferia de la ciudad, por esto mismo lo encontrábamos un poco “choro” en su
hablar, simpático, buen amigo, muy fresco en nuestro recuerdo, no aparecía por ninguna parte nadie sabía
nada de él, ya lamentábamos su ausencia, cuando de repente descubrieron que uno
de los mozos que atendían el festejo era
… ¡ JUANITO !, algunos compañeros
de inmediato en medio de efusivos abrazos le sentaron a la mesa, le sacaron la
cotana, en gloria y majestad se continuo la celebración con la alegría y
algarabía de todos los presentes.
¿Qué había pasado? Se supo – lo contó en palabras entre cortadas
en medio de risas y sollozos de emoción- que ;
se encontraba en mala situación económica debido a que recién terminado
la educación secundaria opto por el mal
camino, el de la delincuencia , robó , vulgo “cogoteo” , por lo que estuvo cuatro
largos años en la cárcel en esas condiciones así estaba a la fecha, mientras sus compañeros – a los cuales no se
había atrevido por vergüenza a recurrir – eran todos profesionales y exitosos,
por la misma razón de haber estado en prisión,
no tenía trabajo. Bueno, allí mismo, de parte de sus amigos de promoción, Juanito además de
festejar, obtuvo una muy buena actividad
bien remunerada, para su felicidad y tranquilidad de todos nosotros.
Dicen que la realidad supera la ficción ¿verdad que es cierto?
1 comentario:
Excelente narrativa y muy entretenida. He leido con mucho interes ya que tambien soy originario de Constitución, estudié en el Liceo de esa ciudad y conocí a todos los profesores que cita, como tambien a lugares que en la juventud compartimos plenamente.
Publicar un comentario